martes, 8 de junio de 2010

ARTICULO CIENTIFICO - SEXUALIDAD


Se realiza cambio de sexo en niño, a partir de siete años"
El tratamiento es reversible por si se cambia de opinión
lidia ruiz condado
Norman Spack, pediatra norteamericano, ha abierto una clínica para cambiar de sexo a niños a partir de siete años dentro del prestigioso Hospital Infantil de Boston. Mediante un tratamiento que consiste en dar pequeños medicamentos, se consigue un retraso en la pubertad. Pero, ¿un niño sabe de verdad si quiere ser chico o chica? Se abre el debate.
En un principio, todo aquel niño que quiera cambiar de sexo debe ser evaluado por varios especialistas y después someterse a un tratamiento con medicamentos para retrasar la pubertad. Esto es reversible por si más adelante el niño cambia de opinión. De no ser así seguirá con un tratamiento de hormonas que ya es irreversible y que, a largo plazo, genera la infertilidad.
Este pediatra justifica el cambio de sexo en niños diciendo que es la mejor solución para proteger a los niños que tienen clara su identidad sexual pero que han nacido en un cuerpo equivocado. Según este especialista, en muchas ocasiones les lleva a "autolesionarse e incluso al suicidio".
Spack asegura además que "lo que sé es que cuando veo casos de estos preadolescentes, se han estado poniendo durante años la ropa interior del sexo contrario. Estos niños son, con casi total seguridad, transexuales". ¿Un niño por jugar con una muñeca o una niña con un camión ya van a ser por sí transexuales? La polémica está servida.
Para Eliseth, portavoz del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), se puede considerar que hay transexualidad en los niños y que "es importante que la sociedad lo tenga en cuenta". Además ella es un claro caso ya que se ha sentido "una mujer desde muy pequeña". En el otro extremo se encuentra el sector médico que asegura que "no hay niños transexuales" y que de hecho "no tienen derecho legal a decidir sobre ellos".
Concepción es una madre de un chico que ha cambiado de sexo y ha entrado en directo en 'El programa de Ana Rosa. Ella desde que su hija tenía tres años ya sabía que no iba a ser una mujer. Su niña quería ser un chico. Los primeros síntomas fueron que quería tener el pelo corto, se ponía pantalones debajo de la falda del uniforme o pedía para Reyes un balón o un camión. Ya cuando cumplió 18 años le dijo que si seguía en ese cuerpo se quitaba la vida, entonces se sometió a la operación de cambio de sexo. Concepción ve "muy correcto" la creación de la clínica de Boston ya que "hay que tratar este tema con cuidado, respeto y mirando la felicidad de los niños".
REFERENCIA: TRASTORNOS DE LA IDENTIDAD SEXUAL
En este trastorno lo fundamental es la incongruencia entre el sexo anatómico y la identidad sexual.
La identidad sexual es la conciencia de "ser un hombre" o "ser una mujer". Es el correlato intrapsíquico del rol sexual, que puede ser definido, a su vez, como todo aquello que el individuo dice o hace para demostrar a los otros y a sí mismo que inviste la condición de niño u hombre, de niña o mujer, respectivamente.
La CIE 10 considera tres trastornos diferentes en este grupo: el trastorno de la identidad sexual en la infancia, el travestismo no fetichista y el transexualismo. En cambio, en el DSM-IV, estas tres entidades están reunidas en una misma categoría denominada trastorno de la identidad sexual.
1.1 Trastorno de la Identidad Sexual. Para este diagnóstico se requiere cuatro subgrupos de criterios:
Criterio A.- Debe evidenciarse que el individuo se identifica de un modo intenso y persistente con el otro sexo.
En los niños, el trastorno se manifiesta por cuatro o más de los siguientes rasgos:
a) Deseos repetidos de ser, o insistencia en que uno es, del otro sexo.
b) En las niñas, insistencia en ponerse solamente ropa masculina; en los niños, preferencia por vestirse con ropa de niña o mujer.
c) Preferencia intensa y persistente por el papel del otro sexo o fantasías recurrentes de pertenecer al otro sexo.
d) Atracción intensa de participar en los juegos y pasatiempos propios del otro sexo.
e) Marcada preferencia por compañías del otro sexo.
En los adolescentes y adultos, el trastorno se manifiesta por síntomas tales como:
a) Un deseo intenso de pertenecer al otro sexo, lo que se revela por un afán de adoptar el rol del otro sexo o de adquirir su aspecto físico, mediante tratamiento hormonal o quirúrgico.
b) Un deseo firme de ser considerado como del otro sexo, para lo cual adoptan el comportamiento, la vestimenta y los movimientos contrarios a su sexo anatómico.
c) Un deseo de vivir o ser tratado como si fuese del otro sexo.
d) La convicción de que ellos experimentan las reacciones y las sensaciones propias del otro sexo.
Criterio B.- Deben existir pruebas de malestar persistente por el sexo asignado o un sentimiento de inadecuación en el desempeño del rol sexual. En los niños este malestar se pone en evidencia merced a los siguientes rasgos:
En los varones, sentimientos de que el pene o los testículos son horribles o van a desaparecer; que sería mejor no tener pene; o sentimientos de rechazo a los juguetes, juegos y actividades propios de los niños.
En las niñas, rechazo a orinar en posición sentada; sentimientos de tener o presentar en el futuro un pene; el anhelo de no querer poseer senos ni tener la menstruación; aversión hacia la ropa femenina.
Criterio C.- Este diagnóstico no se hará si el sujeto presenta simultáneamente una enfermedad intersexual (por ejemplo, el síndrome de insensibilidad a los andrógenos o una hiperplasia suprarrenal congénita).
Criterio D.- El trastorno debe producir un sentimiento de malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de su actividad.
En función de la edad del individuo, el diagnóstico será clasificado como trastorno de la identidad sexual en niños, o trastorno de la identidad sexual en adolescentes o adultos. Y, en el caso de individuos sexualmente maduros, especificar si son atraídos sexualmente por hombres, por mujeres, por ambos o por ninguno.
Síntomas y trastornos asociados. Muchos pacientes con este trastorno se aíslan socialmente, experimentan una merma de su autoestima y pueden presentar síntomas de ansiedad y depresión. Algunos de ellos se dedican a la prostitución, exponiéndose a diversos riesgos, principalmente a contraer el SIDA. Son también frecuentes los intentos de suicidio y los trastornos por abuso de sustancias psicoactivas.
Curso y pronóstico. Este trastorno es muy raro, siendo más frecuente en hombres que en mujeres. El problema se inicia casi siempre en la infancia, se mantiene en secreto por años y se hace evidente al final de la adolescencia o en los comienzos de la vida adulta. El 75% de los muchachos que muestran síntomas de travestismo empezó el trastorno antes de los cuatro años. En ambos sexos, la homosexualidad se desarrolla entre el 30 y el 60% de todos los casos. El transexualismo –caracterizado por el deseo de reasignación quirúrgica del sexo– se da en el 10% de los casos aproximadamente.
Tratamiento.
El tratamiento de este trastorno es difícil y pocas veces se ve coronado por el éxito si es que la meta es que la persona afectada reasuma su identidad y el rol sexual que le corresponde. Sin embargo, se puede aliviar los síntomas concomitantes y ayudar a los pacientes a que se sientan mejor con el rol sexual que adopten. Los diferentes afrontes psicoterapéuticos: psicodinámico, cognitivo-conductual, familiar sistémico, entre otros, pueden ser útiles. Igualmente, en función de cada caso, se emplearán la psicofarmacoterapia, el tratamiento hormonal y la reasignación quirúrgica. En lo referente a esta última, en pacientes cuidadosamente seleccionados y preparados, los resultados satisfactorios oscilan entre el 70 y el 80% (Kaplan, H., 1994) a pesar de lo cual sigue siendo una medida controvertida.
1.2. Trastorno de la identidad sexual no especificado. El DSM-IV incluye esta categoría para aquellos casos que no han podido ser clasificados como un trastorno de la identidad sexual específico. Ejemplos:
a) Enfermedades intersexuales (por ejemplo, el síndrome de insensibilidad a los andrógenos) y disforia sexual concomitante.
b) Conducta travestista transitoria relacionada con el estrés.
c) Preocupación continúa por la castración o la penectomía, sin deseo de adquirir las características sexuales del otro sexo.

2. PARAFILIAS
Las parafilias, antiguamente denominadas desviaciones o perversiones sexuales -términos dejados de lado por su connotación peyorativa- se definen por que la imaginación o los actos inusuales o extravagantes son necesarios para la excitación sexual. Tales imágenes o actos, que tienden a ser insistentes e involuntariamente repetitivos, implican:
a) La preferencia por el uso de objetos sexuales no humanos para alcanzar la excitación sexual.
b) Actividad sexual repetitiva con personas, pero en la que se da sufrimiento o humillación real, no simulada.
c) Actividad sexual repetitiva con niños o personas que no consienten.
Dado que una cierta imaginación parafílica forma parte de la conducta sexual normal, sólo ingresan en la categoría de parafílicos aquellos que la requieran como condición indispensable para obtener la excitación sexual. Por otro lado, en la medida que muchos de estos trastornos implican el no consentimiento de la pareja, ellos pueden, frecuentemente, asociarse a problemas legales y sociales.
Por lo general, los parafílicos no experimentan su conducta como patológica, considerando que su problema es la "incomprensión" de los demás. Otros experimentan sentimientos de vergüenza y culpa y presentan sintomatología ansiosa y depresiva asociada. A menudo los parafílicos presentan disfunciones psicosexuales y es frecuente hallar entre ellos marcada inmadurez emocional. Son también comunes los problemas conyugales, de adaptación social y aquellos de naturaleza legal. El exhibicionismo representa un tercio de todos los delitos sexuales denunciados, seguido por la paidofilia.
El DSM-IV considera ocho parafilias, más una categoría residual. Veamos en qué consisten:
2.1. Exhibicionismo. La sintomatología esencial de este trastorno consiste en necesidades sexuales y fantasías sexualmente excitantes, intensas y recurrentes de por lo menos seis meses de duración, ligadas a la exposición de los propios genitales a una persona extraña, sin que se pretenda luego tener relaciones sexuales con el desconocido, aunque muchas veces el exhibicionista se masturba al tiempo que se muestra (o cuando se imagina que se expone). Este trastorno se presenta, aparentemente, sólo en hombres y las víctimas son mujeres y niños. Las consecuencias médico legales de esta conducta son frecuentes y no son pocos los arrestos por tal causa.
2.2. Fetichismo. Lo esencial de este trastorno consiste en el uso de objetos no vivientes (fetiches) como método preferido, a veces exclusivo, para conseguir excitación sexual. Los fetiches tienden a ser artículos de vestir (ropa interior femenina, zapatos) o, menos frecuentemente, partes del cuerpo humano (por ejemplo, cabellos). Se excluyen aquellos objetos diseñados especialmente con fines de provocar la excitación sexual, como el caso de los vibradores.
2.3. Frotteurismo. Lo esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes, así como fantasías sexualmente excitantes, que implican el contacto y el roce con una persona desconocida que no consiente. Es el contacto y no la naturaleza coercitiva del acto lo que resulta excitante para el individuo.
2.4. Paidofilia. Lo distintivo de esta alteración es que el individuo, durante un período de por lo menos seis meses, experimenta necesidades sexuales intensas y recurrentes así como fantasías sexualmente excitantes que implican actividad sexual con niños pre-púberes (generalmente de 13 años o menos). La edad del paciente se sitúa arbitrariamente en 16 años o más y debe ser por lo menos cinco años mayor que el niño.
Debe especificarse si el paciente se siente atraído por el sexo masculino, el femenino o ambos; si el trastorno está limitado al incesto o si se trata, o no, del tipo exclusivo, es decir únicamente atraído por niños, o del tipo no exclusivo.
El trastorno empieza por lo general en la adolescencia. Frecuentemente son los varones de 30 a 40 años de edad los que prefieren la actividad sexual con niños del sexo opuesto. La atracción hacia las niñas parece dos veces más frecuente que la atracción hacia los niños. Cerca del 11% de los paidofílicos son extraños para sus víctimas, mientras que en un 15% se trata de relaciones incestuosas.
2.5. Masoquismo Sexual. El masoquista consigue la excitación sexual a través del sufrimiento, es decir, siendo humillado, golpeado o atormentado de cualquier manera. El diagnóstico debe hacerse cuando el individuo realiza actos -hechos reales, no simulados- que impliquen sufrimiento y no solamente cuando se entrega a fantasías de tal género.
2.6. Sadismo Sexual
Lo esencial aquí es la imposición de sufrimiento físico o mental –real, no simu- lado – a otra persona con el propósito de obtener la excitación sexual. La pareja del sujeto sádico puede consentir o no este trato. En el segundo caso, la actividad sádica puede determinar problemas legales. En casos severos los sujetos llegan a violar, torturar o matar a sus víctimas.
2.7. Voyeurismo. Llamada también escoptofilia, se caracteriza por la observación repetida y subrepticia a gente que está desnuda, desvistiéndose o realizando el coito, pero sin que el voyeur busque ningún tipo de contacto sexual con la gente observada. Esta conducta constituye el método preferido y en los casos más graves, exclusivo, para conseguir la excitación sexual. A menudo el individuo se masturba durante el acto o poco tiempo después, pero no busca tener relaciones sexuales con las personas observadas.
2.8. Fetichismo travestista. Este trastorno implica necesidades sexuales y fantasías sexualmente excitantes, intensas y recurrentes, de por lo menos seis meses de duración, que involucran el uso de vestimentas del sexo opuesto (en un varón heterosexual). El sujeto con este trastorno no desea cambiar de sexo. Debe especificarse: con disforia sexual, si la persona no se siente bien con su identidad o su rol sexual.
2.9. Parafilias no especificadas (o atípicas). Estas alteraciones no cumplen los criterios para cualquiera de las categorías específicas citadas. Ejemplos: escatología telefónica (llamadas obscenas) necrofilia (cadáveres) parcialismo (atención centrada exclusivamente en una parte del cuerpo) zoofilia (animales) coprofilia (heces) klismafilia (enemas) urofilia (orina).
Trastornos sexuales no especificados. Esta categoría incluye perturbaciones de la sexualidad que no pueden considerarse parafilias ni disfunciones sexuales. Tales alteraciones son ya sea poco frecuentes, escasamente estudiadas, difícilmente clasificables o no descritas claramente en el DSM-IV. Ejemplos: disforia post coital, problemas de pareja, matrimonio no consumado, donjuanismo, ninfomanía y el persistente y acentuado malestar acerca de la orientación sexual.





jueves, 3 de junio de 2010

CASO CLINICO - ANOREXIA



Anorexia nerviosa. Caso clínico psiquiátrico.
Dr. Especialista en Medicina Familiar.

Introducción.

La anorexia nerviosa es una enfermedad grave que se manifiesta, fundamentalmente, por un rechazo radical hacia la ingestión de alimentos, causa por la que los pacientes sufren pérdidas de peso de un 20 a un 40% por debajo del peso que les correspondería por sexo, talla y complexión. La edad de inicio suele estar entre los 12 y los 18 años y es mucho más frecuente en mujeres. La incidencia de la Anorexia Nerviosa aumentó en las últimas décadas desde 0 a 37 por año y por 100 habitantes de 60 a 63. Se estima que su prevalecía es del 0,3% en mujeres de 12 a 21 años.

Se presenta este caso clínico por la importancia biopsicosocial que todo medico de consulta externa debe tomar en cuenta, realizando un manejo de tipo integral y no solo de tipo biológico, porque todo seguimiento y control de la enfermedad posterior a la internación de cualquier paciente con estas características depende exclusivamente del Médico Familiar, que será el responsable de su evolución global.

Datos personales.

Fecha de nacimiento : 21/01/1982.
Edad : 28 años.
Sexo : Femenino.
Estado civil : Casada.
Ocupación actual : Administradora
Fecha de internación : 20 de marzo del 2007

Fuentes de información.
Es la propia paciente, que aporta información confiable en 3 entrevistas.
La madre de la paciente, que aporta información en 2 entrevistas.

Motivo de internación.
Ha sido evaluada en consultorio externo e indicado posteriormente su internación en el servicio de Psiquiatría. Los motivos de su ingreso fueron:
“Vomito todos los días”, ”Estoy deprimida”, ”He bajado de peso”, “Ahora estoy con bulimia”, “Quiero salir adelante por mi hija”, Irritabilidad, Vómitos postprandiales, Pérdida importante de peso, Alteraciones menstruales, Ideas de desesperanza e impotencia.

Historia de la enfermedad actual.
Paciente con un cuadro de evolución desde los 14 años de edad, época en la cual es víctima de burlas de su profesor de educación física, quien le decía que estaba muy desarrollada y gorda; en inicio ella no hizo mucho caso a estos comentarios pero empezó a sentirse despreciada y sentirse con sobrepeso cuando sus amigas se burlaban de ella, pese a que ella refiere que sus familiares le decían que no estaba con sobrepeso. Cada día al levantarse y mirarse al espejo ella percibía que tenía la cabeza muy grande y redonda además consideraba que su silueta corporal era desagradable ya que no tenía la figura deseada ni cintura: por esta razón decide alejarse de sus amigas de colegio y aislarse evitando de esta manera las burlas que recibía de ellas, además le afecto demasiado en esa época el apodo de “moustrito” que sus compañeros de colegio le dieron porque tenía los ojos hundidos y la consideraban gorda.

“Yo era coqueta” refiere pero al verme al espejo veía una persona que no podía ser bella por tener una cara tan redonda con los ojos hundidos y un cuerpo sin forma, es por esta razón que empieza a ocultar la comida que le daban en bolsas plásticas para después botarla a la basura.
Durante este tiempo nota que su periodo menstrual se torna primero irregular con periodos de catamenio de 2 a 3 días, luego 1 a 2 días y finalmente desaparece por lapso de 10 años.

Comienza a trabajar en una fotocopiadora, lugar donde conoce a su primer enamorado, con el que empieza una relación de bastante confianza. Él le decía que estaba un poco gorda y por eso la llamaba “globito”, “gordita”, “garrafita”, lo que empezó a preocuparla más. Su enamorado le decía que estaba mejor que cuando la había conocido, pero ella desconfiaba de esa expresión por lo que decide intentar provocarse vómitos después de ver un documental de televisión donde una joven se provocaba vómitos metiéndose la mano a su boca. Primero intenta el vómito provocado con un dedo y una vez al mes, luego la frecuencia fue aumentando a una vez a la semana, una vez cada dos días y finalmente en forma diaria y sin darse cuenta ella menciona que incluso ya podía meter a la boca toda la mano para provocarse el vomito, describiendo incluso que tenia marcas de los dientes en la mano y los dedos.

Las actividades en su trabajo se tornan más difíciles ya que no podía concentrarse. Empezó a notar que perdía cabello, se le cayeron las pestañas y las cejas, empezaron a deteriorarse sus dientes, constantemente se encontraba estreñida y cada vez, según referencia de la madre, ella estaba más delgada y pálida; motivos por los que empezó a tener más control por parte de su familia para que no vaya al baño o a su cuarto a vomitar después de las comidas. Sus familiares entonces la llevan obligada a una clínica donde es valorada por medicina interna. Según referencia de la paciente, le indicaron que se encontraba con palidez mucocutánea, pérdida importante de peso y reflejos rotulianos disminuidos concluyendo con los diagnósticos de úlcera péptica, gastritis y abolición en la secreción de ácido clorhídrico y anorexia nerviosa, último diagnóstico que rechazó y no quiso aceptar; recibiendo en esa oportunidad tratamiento con metoclopramida 10 miligramos vía oral, 1 comprimido 30 minutos antes de las comidas, tratamiento que la paciente incumple pese al control que tenia de sus familiares en su domicilio durante las comidas y su medicación.

Con esta conducta de vómitos postprandiales provocados continúa hasta los 20 años, escapando del control de la familia, refiriendo que sentía que no tenía el peso adecuado y necesariamente debía bajar de peso; continuando con la conducta de comer pocas veces al día tomando por lo menos un litro de agua cada día y realizando ejercicios en forma intensa cada vez que podía incluso en su fuente laboral. A los 21 años empieza una dieta de pan con té en la mañana y la noche y cuando se sentía ansiosa y preocupada ella comía en forma exagerada, principalmente cuando sus familiares le llamaban la atención respecto a su conducta, vomitando posteriormente todo el alimento que ingería. Durante este tiempo no podía concentrarse en los estudios ya que pensaba durante el periodo de clases qué alimentos comería al salir del colegio y luego llegar a su casa y considerar la forma más fácil de vomitarlos.
A los 23 años ya deja de provocarse los vómitos con la mano, ya que ella refiere que con solo hacer un esfuerzo mínimo e inclinarse hacia delante vomitaba todo lo que comía. Es entonces que acude a su policlínico porque además de presentar los vómitos espontáneos tenia manchas difusas en todo el cuerpo, recibiendo tratamiento con multivitaminas y complejo B. Pese a presentar esta sintomatología, ella continuó con la práctica de vómitos provocados llegando en varias ocasiones a vomitar con sangre lo cual no preocupo de inicio.Empezó a preocuparse por su estado de salud cuando le informan que estaba embarazada a los 24 años de edad, pese a que le habrían indicado que por su problema ella nunca se embarazaría. Indica que durante su periodo de gestación empieza a tener hambre pero hasta los dos primeros dos meses de embarazo aun se provocaba el vómito, metiendo solo un dedo o dos dedos a la boca y llegando a vomitar sangre en varias oportunidades; preocupada por esta situación ella empieza a “controlar” los vómitos según refiere “por el bienestar de su hija y su desarrollo adecuado”, empezando a mejorar la calidad de su alimentación y consumiendo con mayor frecuencia sangre de hígado, ADN, aporte calórico, yogurt y variedad de alimentos que consideraba eran adecuados para su embarazo, llegando a tener un peso de 50 kilogramos al final de su embarazo.Después de su parto estuvo, según refiere la paciente, tranquila durante un año, cuidando y alimentando a su hija. Empezó a sentirse ansiosa cuando tuvo conflictos familiares con el esposo el año 2004, enterándose de que él habría sustraído dinero (aproximadamente 1.000 dólares) del lugar donde trabajaba con su primo; empezaron entonces conflictos con sus familiares relacionados con el dinero sustraído, lo que provoca en la paciente preocupación, ansiedad, empezando a comer menos cantidad de alimentos, disminuyendo la frecuencia de alimentación e iniciando de nuevo los vómitos. Permanece con esta conducta por 3 a 5 meses en forma continua antes de su primera internación en el servicio, presentando en ese periodo mareos frecuentes, parestesias, lipotimias, cansancio y un día antes de su internación sueño con sensación de que se oscurecía todo a su alrededor, durmiendo todo el día.

Su primera internación en el servicio fue el 25 de septiembre del 2004 transferida de un hospital a otro con el diagnóstico de síndrome ansioso depresivo y bulimia, refiriendo en esa oportunidad “ganas de comer hasta la saciedad”, para luego vomitar todo lo ingerido, declarando que necesitaba ayuda para seguir adelante por su hija. Se observaba irritable, triste y desganada, además de evidenciarse pérdida de peso importante, ingresando con un peso de 36.800kg, con manifestaciones somáticas como parestesias, adinamia, astenia y somnolencia. Durante este periodo de internación en el servicio fue tratada con ansiolíticos (alprazolam), antidepresivos (fluoxetina), antieméticos (metoclopramida) llegándose a evidenciar pérdida aun más marcada de peso en 3 kilogramos en relación a su peso de ingreso; se le realizó un electroencefalograma (EEG) cuya conclusión fue un trazo normal.

Por el estado general de la paciente se solicito valoración por Medicina interna y Gastroenterología, por lo que fue transferida a otro Hospital, donde estuvo internada por el lapso de un mes, refiriendo que allí la obligaban a comer, lo cual la irritaba y le molestaba cómo la vigilaban en forma constante después de los alimentos, pero ella evadía la vigilancia y seguía provocándose los vómitos. Se encontraba durante todo el periodo de internación con un estado de ánimo triste, además de preocupación por su hija y su esposo que se había ido de su casa. Refiere que vomitaba por su estado de ánimo depresivo, recibiendo apoyo psicológico que según ella no le ayudó mucho. Además, su relación con el personal médico y de enfermería era deficiente.Aparentemente en el centro se “cansaron de ella” y le dieron de alta. Fue a vivir con su hermana J., donde continuaba con la conducta de vómitos provocados, recibiendo expresiones de la empleada como “la señorita se ve muy mal y se va a morir muy pronto”, es por este motivo y la preocupación de su hermana que fue valorada por varios médicos particulares, donde recibió tratamientos paliativos con multivitaminas, suplemento alimentario con ADN y leche por las noches. Por su estado general malo en el que se encontraba fue transferida e internada en otro hospital, servicio de gastroenterología por el lapso de un mes, donde la obligaban a comer y según la paciente se le otorgó alta médica por que se “cansaron de ella”.

En su casa el año 2005, después de ser dada de alta continuaba con la misma conducta de provocarse vómitos que muchas veces eran espontáneos y otras veces provocados, refiriendo que comía exageradamente para complacer a su madre y pensando en el bienestar de su hija, permaneciendo así por el lapso de un año, pero a finales de ese año su desempeño en el trabajo se torno deficiente, no pudiendo concentrarse, dormía constantemente y siempre hasta las 10 de la mañana, se sentía desganada, dejó de alimentarse e incluso ya no tomaba su leche ni ADN y refiere que sus familiares la veían mucho más delgada y pálida.

En fecha 19 de enero del 2006 es ingresada otra vez con el diagnóstico de Anorexia nerviosa, siendo revalorada por referencia de pérdida de peso en los últimos 2 meses de aproximadamente 2 kilogramos y sentirse demasiado delgada. Refiere además sensación de ansiedad, ingesta de alimentos en forma exagerada y vómitos postprandiales, motivos por lo que se sentía irritable, distraída, además de irregularidad en sus periodos menstruales. Es controlada por consulta externa en cuatro oportunidades recibiendo tratamiento con antidepresivos (fluoxetina) y ansiolíticos (alprazolam y diazepam), decidiéndose en su última consulta de control la internación actual en el servicio.

Fue evaluada e internada, actualmente en otro Centro Médico, su expresión emocional es de ansiedad y preocupación, indicando que los problemas con su familia la ponen en ese estado, debido a que tanto su madre como su hermana le recriminan el haber bajado de peso en los últimos días, refiriendo que ella tiene un problema psicológico del cual no podrá curarse. Continúa conflictuada con la actitud de su esposo, el cual la presiona para que desista en la decisión de separarse de él.

Historia personal.
Paciente producto de un embarazo no planificado de matrimonio estructurado, parto hospitalario, eutócico, a término con un peso y talla aparentemente adecuados para la edad gestacional. Su desarrollo psicomotor transcurrió sin aparentes alteraciones. Inicia su escolaridad a los 4 años en prekinder, realiza Kinder a los 5 años e ingresa al ciclo de primaria a los 6 años en el colegio……, lugar donde estudió hasta tercero Básico, repitiendo este último curso por 3 años consecutivos. Posteriormente continuó sus estudios de Diversificado en otro establecimiento, del cual egresa como bachiller en humanidades a los 21 años de edad, siendo su rendimiento académico regular. Inicia su actividad laboral a la edad de los 14 años en una fotocopiadora hasta sus 18 años; posteriormente, trabaja en un laboratorio fotográfico de la ciudad a los 19 años y después en otro municipio. Actualmente desempeña funciones de administración en una fotocopiadora.
Se casó a escondidas de sus padres y familiares en la ciudad donde residía por lo civil a los 25 años de edad con un varón de 23 años, manteniendo su estado civil en secreto de sus familiares por un mes, después del cual formalizaron su relación. La relación conyugal de inicio fue adecuada, vivieron juntos por el lapso de 6 meses, después de los cuales deciden ir a vivir con la madre de la paciente porque no tenían los recursos económicos para solventar una familia en forma independiente.

El año 2003 sus relaciones conyugales se tornan conflictivas, debido a problemas relacionados con su actividad laboral inestable, aparente robo de dinero de unos 1.000 dólares de la empresa de su cuñado y conflictos familiares con la suegra porque empieza a traer objetos de valor a la casa, sabiendo que él no trabajaba. Finalmente, con el problema aparente de robo de dinero y antecedente de haber sustraído dinero de la suegra, el esposo decide ir a vivir con su madre hasta la fecha. Tuvieron 1 hija que actualmente tiene 2 años y medio. Profesa la religión cristiana, la que practica. Busca consuelo hablando con los pastores y otras personas sobre sus dolencias. Detalla sobre sus habilidades manuales: tejido, repostería, cocina, lectura de la Biblia, actividades que aun las realiza. Su vida sexual no fue satisfactoria, debido a que el esposo en muchas ocasiones la obligaba a tener relaciones sexuales, a pesar de que ella se quejaba de fuertes dolores durante el coito. Actualmente no le atrae este tema.

Antecedentes familiares.
Padre: de 62 años. Tiene el antecedente de haber sido internado por un aparente trastorno de adaptación ansioso depresivo hace unos 30 años posterior a accidente de trabajo que ocasiono ablación de 2º y 3er dedos de mano derecha. Separado con la madre de la paciente desde hace 10 años, debido a un problema de salud, por el diagnóstico de eritrocitosis. Mantiene una relación paternal distante de tipo cordial y amable actualmente con la paciente.

Madre: de 59 años, desarrolla actividades laborales en su hogar. Antecedente de controles por haber presentado periodos de desorientación, lenguaje incoherente, alucinaciones auditivas y visuales que siguen con un periodo de amnesia, siendo diagnosticada posteriormente de Neurocisticercosis. Su relación con la madre es buena.

Los Padres de la paciente se encuentran separados desde hace 10 años, por malas relaciones conyugales por consumo de bebidas alcohólicas, maltrato físico y por aparente infidelidad durante el matrimonio de parte del padre. Sin embargo según la madre la separación que mantienen es debida solamente a problemas de salud del padre de la paciente. Es la última de cinco hermanos de padre y madre.

Antecedentes personales patológicos.
No refiere antecedentes quirúrgicos.
Diagnosticada y tratada por mastitis izquierda a la edad de 14 años. Antecedente de amenaza de aborto a las 7 semanas de embarazo. Antecedente de internación por desnutrición y anorexia el año 2004 y 2005. No tabaquismo. No consume alcohol. Asegura no haber consumido drogas
.

Antecedentes gineco-obstétricos.
Menarquia: 13 años Gesta 01 Para 01 Abortos 0 Cesáreas 0. Fecha última menstruación: 20/04/06-3/05/06. Catamenio: irregular: entre los 13 a 14 años tuvo un periodo regular, amenorrea desde los 14 a 24 años. Desde los 25 años hasta la fecha mantiene periodos menstruales irregulares con diferentes fechas al mes y con periodos de duración que oscilan entre 1 a 2 días, 3 a 5 días, 5 a 6 días.

Examen físico de ingreso.
Paciente en mal estado general. Mal estado nutricional. Piel y mucosas pálidas, levemente deshidratadas. Facies pálida, terrosa. Los signos vitales: TA 90/60 mmHg, FC 84 latidos por minuto, frecuencia respiratoria 24 ciclos por minuto. Peso 32 kg., Talla l.55m. Índice de masa corporal (IMC) 13.3 kg/m2.

Cabeza normocránea, relación cráneo facial conservada. Conjuntivas pálidas, labios resecos, pelo sin brillo, opaco, piezas dentarias residuales en mal estado de conservación. Cuello con relieves musculares acentuados, no adenopatías ni ingurgitación yugular. Glándula tiroides de aspecto normal.

Tórax simétrico, con ruidos cardiacos taquicárdicos, rítmicos, normofonéticos. No soplos. Murmullo vesicular conservado sin adventicios. Se advierten relieves óseos marcados. Abdomen excavado, simétrico blando, depresible, doloroso a la palpación profunda a nivel de epigastrio. No se palpan ruidos.

Genitourinario: Miembros con tono y trofismo disminuidos. No edemas ni trayectos varicosos. Relieves óseos realzados.

Al examen neurológico paciente orientada, con FCS conservadas, memorias conservadas. Sin datos de alteración en pares craneales. El sistema motor conserva la movilidad de las cuatro extremidades. Reflejos músculo-tendinosos simétricos. No reflejos patológicos. Reflejos superficiales conservados. Sin datos de irritación meníngea. Adecuado control de esfinteriano anal y vesical. Marcha normal. Romberg negativo.

Examen mental de ingreso.
Paciente con regular presentación personal. Aparenta enfermedad física y mental. Aparenta menor edad de la que tiene cronológicamente. Coopera poco con la entrevista. El sensorio: orientada en persona, espacio y tiempo. Memorias en apariencia conservadas. Presta poca atención a la entrevista. Realiza las pruebas de abstracción y cálculo. Su expresión emocional: irritabilidad y tristeza, con tendencia al llanto. Manifiesta sus preocupaciones acerca de persistir con los atracones y los vómitos. Ha referido ideas depresivas de desesperanza, impotencia, minusvalía. Confiesa haber meditado pensamientos recurrentes de muerte. Con una severa alteración de la imagen corporal. No ideas delirantes ni alteraciones sensoperceptivas.

Diagnóstico de ingreso.
Desnutrición moderada, anemia clínica
Sin estrés agudo identificable
Grado de actividad funcional actual del 55%.
Anorexia nerviosa.

Consideraciones: Con aseo y arreglo personal adecuados. Aparenta su edad cronológica. Aparenta enfermedad física. Coopera con la entrevista en forma adecuada. El sensorio: orientada en tiempo, espacio y persona. Sin deterioro en memorias. Mantiene un foco adecuado de atención a la entrevista. Realiza en forma adecuada las pruebas de cálculo y abstracción. Su expresión emocional es de ansiedad, preocupación, indicando que los problemas con su familia la ponen en ese estado, debido a que su madre y su hermana le recriminan el haber bajado de peso en los últimos días, refiriendo que ella tiene un problema psicológico del cual no podrá establecerse. Continúa conflictuada con la actitud de su esposo, el cual la presiona para que desista en la decisión de separarse de él. En estos días refiere que se siente más ansiosa debido a que se ha enterado que su madre reacciona con agresividad y no tiene paciencia con su hija por lo que ha considerado el ir a vivir con su hija a otro departamento. Periodos esporádicos con estado de ánimo de tristeza con tendencia al llanto. Sin alteraciones psicomotoras. Lenguaje coherente, no acelerado. Relativa autocrítica de su enfermedad. No ideas delirantes. Niega alteraciones sensoperceptivas al momento.

Diagnóstico Final
Anorexia nerviosa tipo compulsivo purgativo.
Familia disfuncional
Desnutrición secundaria
Anemia carencial secundaria
Enfermedad por reflujo gastroesofágico
Severo infrapeso.

Tratamiento propuesto:
El tratamiento de la anorexia no corresponde a una única especialidad, debe basarse en la cooperación del médico de familia, psiquiatras, psicólogos, endocrinos y ginecólogos.
Reeducación de hábitos alimentarios: prescribir una dieta inicial de 1000-1500 calorías e ir aumentando el contenido calórico hasta cubrir sus necesidades. La paciente no debe comer sola ni saltarse ninguna comida, sin presionarla.
Control de peso: pesarla desnuda o en ropa interior para evitar engaños bajo la ropa. La ganancia esperada es de 250-500 gramos por semana.
Ejercicio físico: eliminarlo inicialmente e introducirlo progresivamente
Control analítico para vigilar las complicaciones.
Terapia farmacológica: no hay actualmente ningún fármaco específico para la anorexia nerviosa. Se usan antidepresivos, benzodiacepinas, neurolépticos, según el cuadro clínico predominante en la paciente. Estudios realizados con Fluoxetina y Amitriptilina frente a placebo no demostraron eficacia alguna de estos fármacos. El tratamiento con ISRS tras la recuperación de peso parece relacionarse con una disminución en las recaídas. No hay estudios sobre la eficacia de los neurolépticos.
Psicoterapia: encaminada a modificar los pensamientos y hábitos respecto al peso, imagen corporal y la alimentación. Se usan: la terapia cognitiva-conductual, la psicoanalítica, la interpersonal y la de grupo, que puede usarse en combinación con las otras o como único tratamiento.